No cabe duda de que la computadora de Apple revolucionó el mundo con su llegada al mercado hace 25 años. El fundador y líder indiscutido de la firma, Steve Jobs, presentó la primera Mac en público el 24 de enero de 1984, en la californiana localidad de Cupertino. Desde entonces, se han vendido unos 80 millones de Macintosh.
"Con la Mac empezó una nueva era en la historia de las computadoras", dice Michael Mikolajczak, curador del Foro del Museo Heinz Nixdorf en la alemana Paderborn, actualmente el museo informático más grande del mundo. En contra de sus antecesores, que solían circular sólo entre las élites, el Macintosh diseñado por Jef Raskin estaba dirigido a las masas.
"La Mac estaba construida de manera que pudiera funcionar de forma sencilla", destaca el experto, y menciona además el diseño especialmente atractivo, que convirtió al Mac en un objeto de culto. Y, con ello, también a la marca de la manzana.
La Mac se diferencia de computadoras como el Apple II de 1977 o la PC de IBM, que llegó al mercado en 1981, por su interfaz o superficie gráfica para el usuario. En realidad, no fue Apple la que creó el "Grafic User Interface" (GUI), sino los investigadores del centro Xerox PARC.
Ahí fue donde Jobs vio por primera vez el Alto. Esa computadora tenía ya un GUI y era operado con un mouse. A diferencia de los plúmbeos jefes de Xerox PARC, Jobs identificó de inmediato el potencial del GUI. Xerox compró 100.00 acciones de Apple por un monto de un millón de dólares, que tenían un valor de u$s17,6 millones durante su primera salida a la Bolsa. A cambio, el equipo de desarrollo tecnológico de Jobs recibió el acceso a los secretos de Xerox.
El entusiasmo no sólo alcanzó a los expertos cuando se presentó finalmente la Mac: "Es una máquina que llega a todas las personas que no tienen ni el tiempo ni las ganas necesarias para aprender a manejar las computadoras actuales", escribió entonces el columnista Bob Ryan. Pero a pesar de la ventaja tecnológica, Apple no consiguió desplazar a su gran rival IBM del primer puesto.
Tampoco John Sculley, entonces jefe de Apple, pudo hacer algo para cambiar esa situación. Jobs había conseguido fichar a Sculley, que estaba entonces en Pepsi, con una frase legendaria: "¿Usted quiere seguir vendiendo toda su vida agua con azúcar o prefiere cambiar el mundo?". Al comienzo, ambos directivos trabajaron de forma armoniosa, hasta que empezaron las tensiones por las bajas ventas de la Mac.
"Vimos que el volumen de ventas del Mac bajó a finales de 1984, y eso se convirtió en un gran problema para el año siguiente", comentó años después Sculley la situación. Cuando él empezó a desplazar a Jobs del día a día de la compañía, llegó el enfrentamiento abierto por el poder, del que Jobs salió como perdedor en mayo de 1985.
La Mac no contaba entonces con las herramientas de oficina que sí tenía la PC de IBM. Sólo después de la implementación de programas gráficos como el PageMaker y de la impresora láser, la computadora de Apple consiguió imponer su calidad. La compañía vendió en 1987 un millón de Macs y entró de lleno a la pugna por el liderazgo del mercado.
Más de de la mitad de los ingresos eran ganancia directa de Apple. La directiva de Sculley consideraba entonces que los usuarios estaban permanentemente dispuestos a pagar más por una mejor tecnología, y desaprovecharon la oportunidad de implantar la Mac como estándar. Se negaron, por ejemplo, a reducir de forma considerable los precios, o a vender el sistema a otros fabricantes de hardware. Finalmente, con la presentación del Windows 3.0 de Microsoft en 1990, se cerró esa posible ventana.
Cuando, durante los años más duros para Apple, Jobs volvió finalmente a su antigua compañía a comienzos de 1997, la disputa entre Apple y Microsoft ya se había saldado hace tiempo, con la firma de Bill Gates como ganadora. Jobs consiguió sin embargo devolver a Apple al camino del éxito en base a nuevos talentos como Jonathan Ive, y sentó con ello parámetros en el sector informático.
Incluso varios veteranos en el campo de las computadoras se quedaron atónitos cuando Jobs presentó la iMac en 1998. "Lo que hace Apple tiene a veces un efecto electrizante en todos nosotros", dijo por ejemplo el cofundador de Intel Andy Grove durante el estreno de la iMac.
Tras la llegada del iPod, en 2001, Apple se hizo paso a paso con el mercado de la música digital y revolucionó después el sector de los teléfonos móviles con su iPhone. Ahora, incluso el Mac ha conseguido un regreso triunfal. Las computadoras con el logotipo de la manzana han alcanzado otra vez una participación de casi dos dígitos en el mercado estadounidense durante los últimos trimestres.
Hoy, con Jobs enfermo, la situación para Apple es confusa. Algunos mencionan que Ive debería ser quien tome el mando y otros auguran que nadie podrá reemplazar al indiscutido líder de la empresa de la manzanita.