"Esto es lo que cambiará para ustedes, nuestros
usuarios: nada (...) Podrán continuar usando el servicio sin importar
en qué parte del mundo estén o qué teléfono inteligente estén usando",
señala la última actualización del blog de WhatsApp.
El director de Comunicaciones de Facebook para
Latinoamérica, Alberto Arébalos, aseguró a El País que desde la red
social no se le van a aplicar modificaciones. "Va a seguir con las
mismas características que ha tenido hasta ahora", afirmó.
Tras la compra, uno de los temores que más expusieron
algunos usuarios es que WhatsApp podría incluir publicidad, el método
principal de ingresos de Facebook. En la comunicación que informa sobre
la adquisición, se asegura que no habrá "nada" que interrumpa la
comunicación entre los usuarios. No existiría "ninguna alianza entre
nuestras dos compañías si hubiéramos tenido que hacer concesiones sobre
los principios centrales que definirán siempre nuestra compañía, visión y
producto", ratifica el comunicado.
En este sentido, la aplicación funcionará de manera
"independiente" tal como lo aseguró uno de sus fundadores, el ucraniano
Jan Koum, y el creador de Facebook, Mark Zuckerberg.
¿Para qué se unen?
WhatsApp tiene 450 millones de usuarios. Por día, un
millón descargan la aplicación. El servicio de mensajería aceptó la
venta porque su objetivo es llegar a una mayor cantidad de personas,
gracias a la "infraestructura tecnológica, la capacidad de marketing y
de llegar a cubrir todo el mundo" que tiene Facebook, agregó Arébalos a
El País.
A cambio, Facebook recibe la aplicación más
descargada para celulares del mundo (incluso más que la suya, al menos
en Uruguay). Con ella, quiere lograr que el mundo sea "más abierto y más
conectado".
Pero después de haber hecho semejante inversión,
también querrá una recompensa económica. Hoy día, la única fuente de
ingresos de WhatsApp es el costo de suscripción: un dólar por usuario
cuando cumple un año con la "app" descargada. "Una vez que lleguemos a
ser un servicio con 1.000, 2.000 o 3.000 millones de personas, habrá
muchas maneras claras en que podremos monetizar", dijo Zuckerberg.
Desde Facebook se desmintió que, con esta compra, la
red social esté interesada en conquistar al público joven que
supuestamente estaba abandonando la red social. "En WhatsApp nadie sabe
cuántos adolescentes hay porque no pide datos sobre la edad (al momento
de descargarla)", indicó Arébalos. "Son especulaciones que se hacen sin
conocer la herramienta", puntualizó.
En el mismo sentido, opinaba uno de los cofundadores
de WhatsApp, Brian Acton, en una entrevista de El País de Madrid de
hace dos años: "Estamos contra el rastreo de datos. Está en nuestro ADN
como empresa y como personas. Valoramos sobremanera la privacidad y
seguridad. Hacerlo es ir contra nuestros principios".
Historia.
El ucraniano Jan Koum y el estadounidense Brian
Acton trabajaban en Yahoo!. Un día se aburrieron y decidieron crear una
aplicación que tenía el objetivo de avisar a una persona que no podía
hablar por teléfono con un "No me llames", cuenta una crónica del
periódico español. Luego, detectaron su potencialidad y la transformaron
en un servicio de mensajería, que está disponible en múltiples modelos
de teléfonos inteligentes.
¿Cómo funciona? Al bajarse la aplicación, el usuario
debe poner el número de su celular. Luego, le aparecerá la lista de
contactos de su libreta de direcciones. Cuando decide escribirle a uno
de ellos, le aparecerá un "tick" verde que significa que el mensaje
llegó al servidor. Luego, aparece un segundo "tick" que representa que
el mensaje le llegó al smartphone del destinatario, aunque puede no
haberlo leído.
Esta forma de comunicación la crearon y la
actualizan 55 empleados en una oficina alquilada en California. Es
decir, WhatsApp no tiene una sede fija, por lo que en ese sentido no se
parece a las empresas gigantes del mercado tecnológico como Google,
Apple, Microsoft o el propio Facebook.
No obstante, hasta ahora ha sido la empresa que mas
ha crecido en un lapso tan breve: en solo cinco años de vida, el
servicio de mensajería instantánea llegó a triplicar lo que Facebook
hizo en esa cantidad de años. Ninguna compañía acumuló tantos usuarios
con tanta celeridad en tan poco tiempo.
Pero estas cifras no los ponen ansiosos. Por ahora,
solo quieren un servicio para enviar y recibir mensajes. Aunque la
incursión de Facebook en su camino les puede modificar el rumbo.
(Fuente: El Comercio, La Nación, El Tiempo/GDA, EFE, AFP y El País de
Madrid).
Compras históricas de la tecnología
Desde 2006, las empresas más importantes de la
tecnología han llevado a cabo diferentes adquisiciones con el objetivo
de incursionar en más servicios. Por ejemplo, Google, en ese año,
adquirió la plataforma de videos YouTube por US$ 1.300 millones. El
buscador informático ha sido el más inquieto en incursionar en otros
rubros: compró la app de tránsito Waze por ese monto y el fabricante de
productos domésticos inteligentes Nest Labs por US$ 3.200 millones.
Facebook tiene una política más selectiva en su
compra y más orientada a aquellas aplicaciones que se usan
principalmente en celulares. En 2012, por ejemplo, adquirió Instagram,
la red social de fotos, por US$ 1.000 millones.
Los ejecutivos de Snapchat rechazaron vender su
compañía red social en varias ocasiones, la última vez después de que la
red social les ofreciera US$ 3.000 millones. Snapchat se popularizó
entre adolescentes y jóvenes por ofrecer una aplicación de mensajes
cortos efímeros, ya que se eliminan del dispositivo móvil segundos
después de ser leídos.